Gracias a la divulgación que se ha hecho desde hace algunos años, casi todo el mundo sabe lo que es la obsolescencia programada. Básicamente consiste en la estrategia, por parte de la industria, de diseñar los productos (fundamentalmente electrodomésticos) para que tengan una vida útil corta y haya que reemplarlos por otros.

En aras de maximizar el beneficio, el tiempo de vida útil de las cosas sería poco más allá del tiempo de garantía de fábrica. Si la vida útil fuese inferior a la garantía perderían dinero al tener el compromiso de arreglarlo y si fuera superior estarían perdiendo ventas.

(Nota: Añadir que, desde hace poco, los tickets de compra están impresos en un papel de tan baja calidad que no llegan a los dos años de la garantía, y algunos comerciales te recomiendan que los fotocopies. XD)

Para los interesados en la obsolescencia programada, pueden conocer mejor la problemática que encierra, en el siguiente vídeo.

 

 

Producción de basura

Uno de los efectos inmediatos de la obsolescencia programada (O.P.) es el aumento de la producción de basura. Sin duda una tecnología más duradera produciría menos desechos. El problema es que la industria maximiza el beneficio con la OP pero deja a merced de otros la gestión de la basura. En ese sentido, las empresas son poco solidarias con el medio ambiente.

Se podrían poner muchos ejemplos por los cuales interesa producir basura. En cualquier cena de comida rápida es fácil comprobar cómo se genera una bolsa grande de desechos. Por no decir de esos envases grandes de cartón o plástico que solo sirven para albergar una pequeña pila de botón.

Cena

Cuando estoy en un supermercado, con frecuencia pienso que los envases podrían ser mas pequeños. Muchas veces son demasiados vistosos y de bonito diseño. Son como las flores con los insectos en cierto sentido, buscan atraernos, seducirnos y que les cojamos. Pero esta competitividad visual por llamar la atención y por colarse en tu carro de la compra, en realidad acaba así:

Embases

 

Sea como sea, es evidente que en producimos mucha basura, demasiada. Esta necesita de un procesamiento, tratamiento, etc., que muchas veces es bastante caro y que es un negocio poco lucrativo porque «no produce».

 

Exportación de basura a países pobres

Quizás uno de los aspectos más desconocidos de la gestión medioambiental, es la exportación ilegal de basura desde los países ricos a los países pobres. Si a nosotros nos sobra… ¿Por qué no vendérsela por un módico precio?

El cinismo del asunto radica en que si en los países ricos e industrializados no tenemos buenos medios para procesar esos desechos, los países pobres y/o en vías de desarrollo aún menos. Un caso bastante sonado del tráfico ilegal de basura:

El 15 de julio de 2009 se localizó un cargamento en el Puerto de Santos en Sao Paulo, Brasil, con 25 contenedores de residuos peligrosos -más de mil toneladas de jeringas, profilácticos, papeles, plásticos, medicinas caducadas…- procedentes de Inglaterra. Anteriormente se habían localizado otros 48 contenedores de basura doméstica en Río Grandes, 40 en Puerto de Río Grande, y otros 8 varados en la aduana de Caxias. Brasil sabía que existían antecedentes de desvío de residuos y su deposición en otros países, como África y Asia, aunque desconocía que hubiera llegado a su país. Los navíos con la carga partían de Inglaterra, hacían escala en Bélgica y desde allí navegaban directo a los puertos brasileños, donde atracaban como si llevaran productos importados por dos empresas del sur de Brasil.

En realidad la basura no se procesa sino que simplemente es incinerada.

Quizás el caso más complicado sea el de la basura electrónica, su envío al extranjero está prohibido por acuerdo internacional, pero aún así hay tráfico. Como decía, los países pobres (en Especial África), no tienen manera de procesar estos residuos y a cambio de unos pocos dólares se envenenan a sí mismos:

Las pruebas realizadas en una escuela cercana a un depósito de residuos electrónicos en el suburbio de Agbogbloshie a las afueras de Accra, capital de Ghana, revelaron una contaminación por plomo, cadmio y otros contaminantes perjudiciales para la salud de más de 50 veces por encima de los niveles libres de riesgo. En esa zona, donde también hay un mercado, una iglesia y un campo de fútbol, los niños recogen cobre, circuitos, plástico y otra basura de alta tecnología para poder llevar dinero a casa.

 

Basura en todos sitios

Decían Milan Kundera en «La insoportable levedad del ser» que:

El arquitecto hace todo lo posible para que el cuerpo olvide sus miserias y el hombre no sepa qué pasa con los residuos de sus entrañas cuando rumorea por encima de ellos el agua violentamente salida del depósito. Los tubos de la canalización, aunque llegan con sus tentáculos hasta nuestras casas, están cuidadosamente ocultos a nuestra vista y nosotros no sabemos nada de la invisible Venecia de mierda sobre la cual están edificados nuestros cuartos de baño, habitaciones, salas de baile y parlamentos.

Y este genial pensamiento es verdad a muchas escalas y niveles. Hay basura en el cielo, basura en la tierra, basura en el aire, basura en el mar y basura dentro de nosotros mismos.

Algún día, habria que hacer algo… Dicen que cada época tiene su propio vicio que le hace perecer. El nuestro posiblemente sea el cinismo, todos sabemos que hay un problema y todos aparentamos que no pasa nada.

Miguel Ángel Ruiz

 

Hombres mujeres y niños… se encierran en sus guaridas y la podedumbre avanza y nadie puede pararla.