Tal día como hoy, en 1968, en París el Gobierno declara el estado de sitio debido a los incidentes provocados por la revolución estudiantil del Mayo francés. La magnitud de las protestas no había sido prevista por el gobierno francés, y puso contra las cuerdas al gobierno de Charles de Gaulle, que llegó a temer una insurrección de carácter revolucionario tras la extensión de la huelga general.

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En 1968, un grupo de estudiantes se reunió en la Pla­za de La Sorbona para protestar en contra del sistema universitario. La policía detuvo a algunos alumnos, lo cual generó una convocatoria aún mayor, siendo miles de estudiantes y trabajadores los que protestaban y hacían huelga. Era la unión de alumnos y obreros. El presidente de Francia, Charles De Gaulle, orde­nó una represión feroz y el resulta­do fue una batalla campal contra la policía y posteriormente una huelga general de estudiantes y diez millo­nes de trabajadores franceses, que paralizaron el país por completo.

El 6 de mayo de 1968 casi unánimemente los 600.000 estudiantes de Francia se suman a la llamada de huelga general. En París, de buena mañana, se producen choques entre estudiantes y policía. La noche antes, el general De Gaulle había dado instrucciones al ministro del Interior, Christian Fouchet: «De ceder, ni hablar.».

Por la tarde, 10.000 estudiantes al grito de «Somos un grupúsculo», llegan al Barrio Latino. La policía interviene provocando las primeras colisiones violentas, especialmente en la plaza Maubert, donde el enfrentamiento – verdadera guerra de posiciones-dura horas.

Mediante circulares se explica la táctica de defensa contra la policía y la estrategia general de las manifestaciones, que resulta de gran eficacia.

A las 18.30 horas, después de una reunión-asamblea en Denfert-Rochereau, una columna, que aumenta sin cesar, llega hasta Saint-Germain-des-Près, donde pueden contarse unos 20.000 manifestantes. Allí, la policía carga. Se construye la primera barricada con adoquines y coches invertidos; los manifestantes se defienden contra la brutalidad policial que utiliza, por primera vez, ácido diluido a las autobombas y gas asfixiante, letal en dosis elevadas.

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Los estudiantes aprovechan su conocimiento del terreno. Disponen de enlaces motorizados que controlan los desplazamientos de la policía. A imitación de los estudiantes japoneses, adoptan el paso gimnástico acompañado de gritos, que permiten cambiar rápidamente de dirección para desorientar al adversario. Guerrillas de estudiantes se organizan en número creciente. Se establecen cadenas de aprovisionamiento de proyectiles, cócteles molotov, etc.

La población, solidaria con los estudiantes, ofrece todo tipo de ayuda. Frente a la eficacia de estos métodos, la policía se ve desbordada e impotente. Al atardecer, Alain Peyrefitte, ministro de Educación, mediante un mensaje radiofónico, insiste en que la agitación que sacude París no tiene nada que ver con lo que pasó en Berlín, Roma o Madrid.Mientras tanto, continúan los combates: los heridos oficialmente suman 805 y más de 400 detenidos.

Para saber más…

Mayo de 1968 en Francia
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