Para el catolicismo, hoy día 3 de Mayo se celebra el día de la Invención de la Santa Cruz. La cruz como sabemos, es el emblema indistinguible del Cristianismo. Sin embargo, esto no fue siempre así. En realidad no es hasta el S. IV cuando empieza a adoptarse este símbolo y es en el S. V cuando se hace ya de una manera definitiva. !500 años después¡

pez-cristiano

Sin embargo, para los primeros cristianos, el símbolo que los representaba era, posiblemente, mucho más sencillo y hermoso: un pez.

Pero este no es el único símbolo que el catolicismo modificó o inventó. Según el  Catecismo de la Iglesia Católica Punto 1210:

Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber, Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (Cf. S. Tomás de A., s. th. 3, 65,1).

Así hagamos un recorrido:

1.- Bautismo: Sí era un rito ya practicado por el judaísmo y que Jesús conocía. Pero no es hasta el S. III, que un documento litúrgico-canónico de la Iglesia de Roma describe por primera vez el desarrollo de la liturgia bautismal con sus ritos y oraciones.

2.- Confirmación: Nació de una escisión del Bautismo, inicialmente estarían unidos. Los primeros testimonios de esta separación provienen del siglo IV.

3.- Eucaristía: La Eucaristía comenzó en La Última Cena y cómo las primeras comunidades siguieron el mandato de Jesús de “partir el pan” en su nombre. (Hechos 2:42).  Muy pronto, la eucaristía ya no se celebraba en la cena. Por ejemplo, cuando San Justino escribe sobre la Eucaristía en el 150, no menciona la cena. Mientras el número de cristianos crecía, la Eucaristía se celebraba independientemente de la cena comunitaria.

4.- Penitencia (Confesión): Son escasos los textos primeros que aluden a dicha práctica y no arrojan claridad más que a medida que avanza el tiempo. La confessio aparece en la Didajé (año 90/100). San Cipriano (+ 258) la define como declaración de pecados, tiempo de penitencia, satisfacción de la misma e imposición de manos (absolución). No hay dato alguno que relacione la penitencia pública, o la confesión auricular ni con Jesucristo ni con los apóstoles, lo que aconseja a considerarlas como una conveniencia eclesiástica. En el siglo IV se detecta ya de forma generalizada la penitencia pública, acontecimiento solemne y único, impuesto a quien se hubiera manchado con crímenes particularmente graves, como el homicidio, adulterio y apostasía.

5.- Unción de los enfermos (antes extrema unción): Se atribuye a Marcos 6:13 («Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.»). Y en la carta de Santiago: (5, 14-16).

«¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados». Santiago 5:14-16.

La Carta de Inociencio I a Gubbio, obispo en la Umbría, del año 416, es el primer texto sobre la unción de los enfermos que cita expresamente el pasaje de Santiago. Los términos que usa para referirse a los enfermos (aegrogantes y languidi) son genéricos, e indudablemente no aluden a un sacramento reservado para el trance de muerte.

Desde la época apostólica hasta la reforma carolingia En este periodo solamente encontramos fórmulas de bendición del óleo y testimonios sobre su uso, pero no rituales propiamente dichos. El primer documento la Tradición Apostólica, de principios del siglo III atribuida a Hipólito de Roma (+325). Antes de este documento los testimonios sobre la unción son muy escasos y poco seguros.
6.- Orden Sacerdotal: Se ‘instaura’ basándose en la elección de los 12 apóstoles.  Luego, el evangelista Lucas indica que Jesús escogió también a otros 72 llamados «discípulos» y los envió con idénticos poderes que los de los apóstoles (cf. Lc 10 1-2).
1 Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir.
2 Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
Aquí la asimilación es razonable. Aunque la configuración de la figura de sacerdote tal y como la conocemos duró siglos. Por ejemplo, con respecto al celibato, en la iglesia primitiva, sin embargo, no existía la prescripción del celibato para el sacerdocio. Tanto es así que al obispo se le aconseja a solo ser esposo de una sola mujer y amarla como Jesús amó a la iglesia y se entregó por ella según su epístola a los Efesios 5:25.

Aunque en el Siglo II ya se recomendaba la castidad, la ley del celibato fue promulgada por la iglesia latina primero de forma implícita en el primer concilio de Letrán hacia el año 1123 de nuestra era, bajo el Papa Calixto II, y más tarde explícitamente en los cánones 6 y 7 del segundo concilio de Letrán 1139 bajo el Papa Alejandro II.

7.- Matrimonio: La unión del hombre y mujer ya está presente en el Génesis.

Creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, y los creó varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer; y vendrán a ser los dos una sola carne… Génesis. 2:24.

Fuente:

Catecismo de la Iglesia Católica
Desarrollo histórico de la Confirmación
Breve historia de la Eucaristía
La confesión auricular. Origen y desarrollo histórico
Historia de la celebración del de la unción de enfermos
Sacramento de la Unción de Enfermos
El celibato católico: Origen, desarrollo histórico