Tal día como hoy en 1965, José Rodríguez Delgado, neurólogo español, consiguió teledirigir un insertándole electrodos en el cerebro.
Un neurólogo y fisiólogo malagueño, célebre por sus investigaciones en la estimulación eléctrica del cerebro y por ser el inventor del estimociver (o Stimociver en inglés), un aparato capaz de estimular el órgano más importante de los animales a través de control remoto en varios canales. Una primaveral tarde de aquel año 65, el profesor Rodríguez Delgado se postró por primera vez en su vida delante de un toro en una plaza de un pueblo de Córdoba. En una mano llevaba el capote, que agitaba con énfasis para citar a una vaquilla de 250 kilos, llamada Lucero; en otra, el mando a distancia del estimociver que el doctor había implantado en el cerebro del animal.
Lucero no se pudo resistir a los encantos del capote y decidió embestir al particular torero que tenía delante, siguiendo ese instinto que ha caracterizado a su especie durante años. Unos segundos antes de alcanzarlo, el novillo se detuvo, y no precisamente por el temple del torero, sino por la efectividad del radiotransmisor que controlaba sus movimientos, evitando la agresión directa, tal y como muestra en el video.
Tras este peculiar experimento, José Delgado comprobó cómo el estimociver le daba éxitos y fracasos con otros animales y humanos. Sus avances han contribuído a mejorar la situación de enfermos con distintos problemas neurológicos pero paradójicamente el aparatito que tantas satisfacciones le otorgó, cayó en el olvido. La historia también fue recogida por algunos medios españoles de la época que olvidaron el plano científico y la abordaron cuestionando el futuro de la tauromaquia.
Fuente: Diario ABC.