Tal día como hoy en 1890…

Nace en el imperio Astrohúngaro, uno de los delicuentes con más carisma de la historia: Victor Lustig. Fue famoso por vender la Torre de Eiffel de París ¡dos veces! Lo sorprendente no es que Lustig fuera tan genial, sino que siendo su fama ya conocida, aún así lograba hacer nuevas estafas. Su truco era que casi todos los estafados eran ricos y famosos y preferían guardar silencio: ¡antes muertos que estúpidos!

Victor-Lustig

 

 

Para saber más estafas (geniales) de Victor Lustig…

 

Los estafadores, más o menos creativos como el pequeño Nicolás y otros, son interesantes no porque consigan realizar estafas y fraudes sino porque ponen de relieve lo terriblemente manipulables que somos y saben revelar como nadie lo esperpéntico del dinero y el prestigio.