Tal día como hoy, en 2007, moría asesinada Benazir Bhutto, antigua Primera Ministra de Pakistán y, en el momento de su muerte, líder del opositor Partido Popular de Pakistán (PPP). Después de haber pronunciado un mitin en el parque Liaquat National Bagh de Rawalpindi, al sur de Islamabad, Bhutto recibió disparos en el cuello y en el pecho por parte de un suicida que posteriormente detonó una bomba, causando la muerte de al menos otras 38 personas y 43 heridos.

Este ataque mortal contra el PPP se produce en medio de una campaña electoral donde, después de años de dictadura militar, las masas luchaban por conseguir un cambio. Existía una oleada de apoyo al PPP, parecía seguro que ganaría las elecciones a la asamblea nacional y provincial que se van a celebrar el 8 de enero de 2008.

La campaña estaba cobrando fuerza, el ala marxista del PPP estaba consiguiendo un apoyo entusiasta gracias a su mensaje socialista revolucionario en zonas tan alejadas como Karachi y las regiones tribales de Waziristán, en la frontera norte. Estas elecciones habrían reflejado un gran giro a la izquierda en Pakistán. Esta perspectiva estaba provocando alarma en la camarilla dominante, eso es lo que está detrás de la atrocidad de hoy.