Como todos sabéis, las abejas de nuestro mundo se están muriendo. Y lo están haciendo a una velocidad tan preocupante que supone un problema ecológico. Y no solo ecológico (como si fuera una esfera disociada de la realidad). Sino que supone un problema para la vida, nuestra vida, tal y como la conocemos, con profundas repercusiones económicas, agrícolas, sociales y de civilización. Sin olvidar que los seres humanos formamos parte del ecosistema terrestre.
La siguiente figura, extraída de este estudio del UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), muestra las tasas de mortalidad de las abejas en Europa.
La primera vez que alguien levantó la voz de alarma sobre la desaparición de las abejas fue hace 20 años. Un grupo de agricultores franceses alertó sobre la despoblación de las colmenas. El fenómeno, bastante desconcertante se denominó CCD (Colony Collapse Disorder) y hace que los apicultores se encuentren las colmenas vacías. Se cree que algo las afecta y que las abejas simplemente dejan de ser capaces de encontrar el camino de vuelta a la colmena una vez que han salido de ella. Así mueren y la colonia «colapsa». Según esta noticia, Galicia ha perdido el 56% de sus colonias desde el año 2000.
La situación es grave por dos razones muy importantes. Primero porque ocurre en todo el mundo, y segundo porque la abeja es uno de los mayores agentes polinizadores de la naturaleza. Es verdad que no es el único agente polinizador (también están las mariposas, escarabajos o incluso pájaros). Pero sí son de las que más dependemos. Sin polinización las plantas no se fecundan y por lo tanto dejan de dar frutos y semillas. Es una ruptura de la cadena alimenticia en toda regla.
Se estima que el 80% de nuestros cultivos depende de la polinización. Así la muerte de la abeja supone un agente reductor de esa producción agrícola con cifras alarmantemente altas. España se estima que ha perdido entre un 40% y 45%. Estados Unidos, un 45% en el invierno de 2012/2013, como muestra el siguiente gráfico.
Las causas del Apocalipsis de las Abejas
Entre las posibles causas, en estos 20 años, se ha hablado de todo. Se ha entrado en la velada guerra de atribuir el colapso del medio ambiente a causas externas y naturales como por ejemplo la varroa (un parásito que mata a las abejas). O apuntarnos a nosotros mismos como posibles culpables.
En este tiempo, como digo, ha habido un gran debate (igual que en el cambio climático, por ejemplo) sobre si las causas son naturales o no. Después de 20 años de investigación urgida por la gravedad del problema, las causas han empezado a encontrarse, principalmente: los pesticidas. (De ahí la portada de la abeja con una máscara de gas).
Varias investigaciones apuntan a un tipo de pesticidas denominados neonicotinoides. Y que dado su impacto han comenzado a ser prohibidos. Aunque no sin una guerra de la industria para mantener sus productos. Bayer y Sygenta los principales interesados en mantener esos productos. Que además llegaron a demandar a la UE, por prohibir sus plaguicidas.
Sin embargo, a parte de la típica guerra comercial de intereses quien parece haber dado de verdad un paso adelante es el tristemente famoso Monsanto.
Monsanto y Beelogic
Beelogics era una empresa dedicada a estudiar y resolver el problema de desaparición de las abejas. Fue fundada en 2007. Se entiende que, aparte de los comprensibles intereses económicos, su objetivo era ganar dinero ofreciendo una solución que realmente ayudase a todo el mundo, esto es, salvar a las abejas.
Sin embargo, en septiembre de 2001, Monsanto compró a Beelogics. Y lo compra, suponemos, porque estaba siendo acusado de ser responsable de la muerte de las abejas con sus productos modificados genéticamente y así, realizaba un lavado de imagen que le llevaba a estar al frente de la lucha por las abejas.
Tras la compra de Beelogics, Monsanto no solo resuelve el problema sino que ofrece una solución que no pasa por salvar a las abejas naturales. Monsanto contraataca con las abejas robot.
Que son realmente un proyecto de tecnología muy avanzada, diseñados en la Universidad de Harvard. Con todos los detalles de fabricación explicados en este vídeo. Y que puedes verlas volar aquí.
En la web de Robobee de Harvard (no encontré información directa de Monsanto al respecto), se dice que tendrán las siguientes aplicaciones:
- Serán capaces de polinizar campos enteros usando algoritmos de vuelo.
- Podrán ayudar a identificar desastres naturales y hacer labores de búsqueda en catástrofes.
- Serán capaces de explorar zonas peligrosas.
- Vigilancia militar.
- Podrán hacer mapeado de clima, identificando zonas de lluvia, temperatura, etc.
- Monitorización de tráfico.
Mis dudas (¿Están tratando de dominar toda forma de vida?)
A pesar de que la administración haya prohibido algunos neonicotinoides peligrosos (ver página 5 de este pdf). Si la industria no hace todo lo posible por salvar a las abejas, posiblemente las acabaremos perdiendo, porque es la industria quien marca la dirección de la tecnología en muchos casos.
Que la industria (o al menos una parte poderosa) prefiera la polinización artificial a la natural plantea unas profundas cuestiones de soberanía y democracia. Paso a listar mis miedos al respecto…
- Si las abejas van desapareciendo paulatinamente, ¿todo el futuro de la vida, las cosechas, los alimentos, estarán en manos de un grupo de grandes empresas privadas?
- ¿Tendremos que pagar año tras año a empresas privadas para que se produzca la fecundación de las plantas, cosa que lleva ocurriendo de manera natural miles de millones de años?
- ¿Que pasa con aquellos cultivos que no se usen directamente para producción de alimentos: los bosques, y las especies silvestres, a saber, romero, tomillo, zarzamoras, y hasta las florecillas del campo más un larguísimo etcétera?
- ¿Tendremos que desviar dinero público para preservar todo el legado de vegetación que tenemos?
- ¿Que pasa si un país cae en bancarrota y al ser rescatado no tiene para polinizar sus cultivos? ¿Pagarían los de consumo y dejaría morir los silvestres?
- ¿Como sería la convivencia entre las abejas robot y las naturales? ¿Sufrirían estas últimas algún tipo de daño o de pérdida de habitats?
- Si uno de los pilares del capitalismo de libre mercado es destruir la competencia a tu negocio… ¿Será la naturaleza (las abejas) el enemigo directo de las corporaciones?
- ¿Estaría Monsanto (y otros) tentados a destruir al remanente de abejas sanas para incrementar su cuota de mercado y sus beneficios?
- ¿Podríamos descubrirlo si en realidad fuese así?
- ¿Se ha hecho ya esto y no lo sabemos realmente?
- ¿Podrían usar a las abejas como nuevas formas de espionaje corporativo o de ciudadano?
- ¿Acabarán siendo los amos de absolutamente todo?
Por Miguel Ángel Ruiz.
Qué buen artículo Miguel Ángel!
Creo que es necesario investigar e informar a las personas de un tema tan importante como éste ya que, tal y como dices, la desaparición de las abejas sería el fin de la vida y el mundo tal y como lo conocemos. Siendo realistas y quizás un poco pesimistas, las consecuencias de esto podrían ser catastróficas porque suponen una alteración y desequilibrio absolutos del ecosistema.
Me llama poderosamente la atención todo el tema de las abejas robot, si bien conocía el tema del peligro de extinción de las abejas, nunca había leído sobre el proyecto de los «bichos robot». Entonces, y gracias a las preguntas que planteas, me surge la duda y realmente me cuesta entender, cómo es que es más sencillo inventar una abeja robot, e invertir en un proyecto de esa magnitud y que sea «imposible» cambiar los métodos que se han venido utilizando en los últimos años para dejar que la naturaleza hacer el resto.
Lo dicho, me encanta el post. Gracias por despertar el gusanillo de la curiosidad y por hacernos pensar y querer involucrarnos más en temas como éste que, a fin de cuentas, nos afectan e importan a todos.
Un saludo!