Tal día como hoy en 2012, el senado brasileño aprueba una ley que reducía la protección de los bosques, y se aprobaba la amnistía a los que deforestaron y aumentaron la destrucción del Amazonas. La presidenta Dilma Rousseff esperaba una negativa a la ley, pero ay sorpresa, el lobby agropecuario había comprado el senado entero: 58 votos a favor y 8 en contra.

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En la ley, las áreas de selva protegidas en propiedades privadas en la región amazónica, equivalentes al 80%, se reducirán a un 50%. Y lo peor es que se concede una amnistía para aquellos que violaron las leyes actuales. Así, los condenados por delitos medioambientales podrán eludir el pago de las sanciones si regularizan sus propiedades en un plazo aun sin determinar.

El mensaje que Brasil (y el capitalismo) envía a la industria es muy claro: devastar el Amazonas no tiene coste. Por lo tanto, la nueva ley  abrirá las puertas a una mayor deforestación.

Así mismo, lay ley también establece que las zonas protegidas a la vera de los ríos, que hoy suponen una franja de 30 metros a cada lado, pasen a ser de 15 metros.

Para saber más…

Brasil aprueba la amnistía de los deforestadores

Mapa de deforestación del Amazonas