Planes de Exterminio

Por Miguel Ángel Ruiz

La muerte que nos acecha… ¿Existe un plan secreto de exterminio global?

Hace algunos años leí unas líneas que me impactaron notablemente. Decían: “Una élite restringida que controlase las finanzas, la tecnología y los medios de alimentación podría exterminar al resto de sus conciudadanos sin que estos llegasen a sospechar jamás”. En su día no lo creí, no quise creerlo. Pero hoy, con todo lo que sé sobre política oculta y tecnología, sé que es perfectamente posible.

 

Introducción: una amenaza se alza y… nadie dice nada.

En 1798 se publicó un libro titulado “Ensayo sobre el principio de la población” [1] escrito por Thomas Robert Malthus. Sus ideas sobre las consecuencias de un aumento de la población humana y la necesidad de control levantaron ampollas en una sociedad que pensaba que la riqueza de una nación dependía de su número de habitantes. Fue el primero que logró llamar la atención sobre un problema acuciante, grave, urgente y silencioso: la superpoblación. La llamada “catástrofe maltusiana”, escenario donde la población crece exponencialmente y la producción de alimentos solo aritméticamente, nunca se produjo tal y como fue predicha. Sin embargo, el problema sigue estando ahora más vigente que nunca.

Aún así, Malthus puso el dedo en la llaga y muchos otros tras él tomaron conciencia. Y no es para menos, según la oficina del censo de EEUU, la población mundial ha crecido de 2000 a 7000 millones de habitantes en los últimos 85 años de historia [2]. Algo que, aparentemente, todo el mundo prefiere ignorar.

A día de hoy, la superpoblación no suele saltar a la palestra cuando se habla de los problemas que afronta el planeta, cosa que es cuando menos curiosa. Paul R Erlich[3], en su famoso libro “La explosión demográfica” (1968)[4] dedica un capítulo titulado “¿Por qué no todo el mundo esta tan asustado como nosotros?”, a explicar la percepción de este problema. Ya decía Albert Einstein que el mayor problema de la humanidad es que no entiende la función exponencial. Quizás lo dijese refiriéndose al crecimiento demográfico.

Supongamos que en una probeta tenemos un cultivo bacteriano (nutrientes y una bacteria con capacidad de reproducirse). Asumamos que esta bacteria tiene la capacidad de duplicarse cada minuto. Durante un primer momento no ocurrirá aparentemente nada, la bacteria se adaptará a las condiciones de crecimiento. A continuación comenzará a dividirse de manera exponencial, consumiendo nutrientes. Cuando sólo queden 2 minutos para el fin de la vida de la bacteria todavía quedará el 75% del nutriente. Un minuto después será el 50% y al minuto siguiente se agotará definitivamente la comida. A continuación morirá toda la población bacteriana.

Aunque la metáfora de la probeta pueda parecer simplista, en términos planetarios tenemos un comportamiento muy similar a esta bacteria porque, en general, nuestro modelo de desarrollo no es sostenible. Sobre todo ello pesa una realidad: dos minutos antes del fin, aún parecía que había más nutrientes que población.

Y es que los expertos consideran que la superpoblación es el principal problema ecológico del mundo. Supone el fin de la abundancia para los seres humanos, amenaza con agotar el agua, sobreexplota la capacidad de generar alimentos del mundo, agota la biodiversidad marina y supone la causa del calentamiento global. En el fondo, todo está conectado a la superpoblación.

 

¿De verdad nadie dice nada? La superpoblación y el poder.

Aunque el problema se mantiene alejado del interés de la opinión pública hay constancia de que en altas esferas ha venido preocupando desde hace décadas. En 1972, por encargo del Club de Roma, [5] el Instituto Tecnológico de Massachusetts  elabora el informe “Límites al crecimiento”, que concluye que: “no puede haber un crecimiento poblacional, económico e industrial ilimitado en un planeta de recursos limitados”. Este mismo informe es actualizado en 1992 y en 2004, y se llega a la misma conclusión con nuevos datos.

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Henry Kissinger. Como decían en aquel documental «todos tenemos un lado oscuro, pero el de Kissinger es realmente oscuro».

El siempre controvertido político estadounidense Henry Kissinger, influyente actor en la política imperialista y presunto fundador del grupo Bilderberg, dijo en 1974: “La despoblación del tercer mundo debería ser la principal prioridad de nuestra política exterior en el tercer mundo”.[6] Esta frase constituye toda una declaración de intenciones. En un estudio posterior, denominado Informe Global 2000,[7] se concluye que: “Con la persistencia de la pobreza y miseria humana, el crecimiento tan acelerado de la población, y las necesidades humanas siempre crecientes, las posibilidades de un daño permanente a los recursos del planeta es algo muy real”.

Todos estos informes son una muestra de que para EEUU, la superpoblación mundial es considerada un problema de seguridad nacional y que, por consiguiente, les podría llevar a emprender políticas de control demográfico fuera de sus fronteras.

Hombres como Cyrus Vance (sucesor de H. Kissinger) y Zbigniew Brzezinski (secretario de estado y consejero de seguridad nacional de Jimmy Carter) señalaron en el 1980 que “toda la política norteamericana debería depender del control de la población mundial”.[8]

Algunas fuentes [9] citan que para Kissinger la población debería ser, en todo caso, inferior a 500 millones de personas. Según el Informe de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de la ONU del año 1994.[10], el 80% de la población mundial vive en subdesarrollo. Las cifras que se le atribuyen a Kissinger equivaldrían a matar, al menos, a este 80%.

Asimismo, destaca un libro publicado en 1977 llamado “Ecoscience”. Su autor, John P Holdren analiza en profundidad el problema de la superpoblación. Dos cosas llaman la atención sobre este trabajo. La primera es que propone un abanico de soluciones que van desde la planificación familiar voluntaria hasta formas forzadas de control de la población, a saber, aborto obligatorio, adición de esterilizantes al agua o a alimentos básicos, esterilización forzada a las mujeres una vez que han dado a luz un número prefijado de hijos.[11]. La segunda cosa que llama poderosamente la atención es que Holdren[12] es el asesor científico de la administración Obama…

 

La psicopatía de los líderes.

Es posible que a muchos pueda sorprender que gente en altos cargos políticos defienda opiniones tan terroríficas y moralmente reprobables. Aquí nace, inexorablemente, una cuestión que es corolario de todo lo anterior. ¿Serían capaces nuestros líderes de llevar a cabo algo así? ¿Serian capaces las elites de exterminar a la humanidad? En mi opinión, rotundamente sí.

Existe un libro muy interesante a este respecto llamado “¿Es usted un psicópata?”.[13] Está escrito por el periodista británico Jon Ronson y, además de presentar las claves de lo que es un psicópata, establece las relaciones entre estructuras de poder y los psicópatas sociales. Ronson muestra que las grandes estructuras de poder, como grandes empresas, gobiernos, organizaciones, etc. son el campo perfecto para los psicópatas pues estos encuentran aquí un ambiente ideal donde poder medrar y promocionar. De la misma manera, la naturaleza de estas estructuras premia los rasgos psicopáticos: ambición, falta de empatía, ser capaz de hacer cualquier cosa por subir… en definitiva los típicos rasgos del “ejecutivo agresivo”. La consecuencia de esta simbiosis entre psicópatas y estructuras de poder es que con el tiempo, estas estructuras acaban siendo dirigidas por psicópatas. Quizás encontramos aquí una de las explicaciones más convincentes de porqué la política y la economía son como son.

Una revisión del pasado permitiría comprobar si los líderes son capaces de realizar operaciones de extermino como las que analizamos en el presente artículo.

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Lo hicieron y las cifras son impactantes: Argentina [14] desde 1976 a 1983, se estiman en 30.000 los desaparecidos, muchos de ellos arrojados al mar desde aviones. Uganda [15] desde 1971 a 1979, entre 300 y 500 mil víctimas, se cuenta que el dictador Idi Admin, alimentaba a sus cocodrilos con la carne de adversarios políticos. Chile [16] desde 1973 a 1990, 35.000 víctimas, entre ellas 3.400 violaciones sistemáticas de mujeres, muchas usando perros entrenados para ello. Colombia desde Junio de 2005 a Enero 2011, la Fiscalía de la Nación publica un informe: 173.183 asesinatos; 1.597 masacres; 34.467 desapariciones, y al menos 74.990 desplazamientos forzados. Durante este periodo se usaron hornos crematorios para hacer desaparecer cadáveres o para quemar personas vivas. Guatemala[17] desde 1960 a 1996, 200.000 muertos, 45.000 desaparecidos usando la “estrategia de tierra arrasada” en territorios con presencia guerrillera, provocando el exterminio de comunidades rurales enteras con actos como violaciones sistemáticas, asesinato de mujeres embarazadas, y dejando vivos unos pocos testigos para que difundieran el terror vivido. El Salvador,[18] 75.000 muertos y desaparecidos en la década de los 80. Todos ellos, actos cometidos por las fuerzas armadas y los escuadrones de la muerte. Camboya desde 1976 a 1979, el dictador Pol Pot al frente de los “Jemeres Rojos” exterminó[19] a un tercio de la población del país, más de 2 millones de personas. EEUU: no practica desapariciones ni torturas en su propio suelo, pero tiene cárceles secretas, tipo Guantánamo. Lo que sí hace es apoyar terrorismo de estado en otros países para impulsar sus intereses. Proporcionó armamento y financió a escuadrones de la muerte en El Salvador, los contras de Nicaragua, a futuros miembros de Al-Qaeda en Afganistán (contra los soviéticos). Apoyó el golpe de Pinochet en Chile, etc. También secuestra, tortura y asesina en suelo extranjero. Por ejemplo, con el programa PHOENIX[20] de la CIA, destinado a desencadenar una revuelta popular en Vietnam del Sur. Entre 1968 y 1971, 20.587 personas fueron secuestradas, torturadas, ejecutadas, masacradas, liquidadas o descuartizadas y esparcidos sus restos en la jungla, todo ello gracias a este programa. Se estima que EEUU[21] ha matado a 20 millones de personas en 37 países desde el fin de la segunda guerra mundial.

Y así podríamos seguir con una lista interminable de países que no han sido citados aquí. Baste decir: En China Mao Tse Tung mató al menos a 35 millones de personas. Stalin probablemente a unos 20 millones. A Hitler se le estiman entre 11 y 12 millones de víctimas.

Estas cifras hablan especialmente sobre terrorismo de estado y operaciones sistemáticas. No se han incluido cifras sobre las guerras, aunque en rigor, quienes las provocan y dirigen también podrían tener rasgos psicopáticos porque en definitiva están sacrificando a otros en su propio beneficio.

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Los desaparecidos por todos los crímenes de estado del mundo: ¿Donde están?

Para mí, la duda no está en si el poder sería o no capaz de emprender un exterminio. Sino en qué harían y cómo lo harían. Muchas veces es únicamente un problema de medios, tecnología y logística. La pregunta es: ¿Qué cosas hubiera hecho Hitler si hubiera tenido la tecnología actual?

 

Experimentos secretos

Después de leer todo lo expuesto anteriormente, se podría argumentar que la inmensa mayoría de operaciones de exterminio en la historia han tenido lugar en escenarios de guerra o de dictadura militar y que es nada o muy poco probable que estas cosas ocurran en democracia.

Sin duda es cierto que es mucho más seguro vivir en una democracia, pero no es menos cierto que las perversiones de este tipo también ocurren en países “democráticamente seguros”. La diferencia estriba en que en estos últimos las atrocidades ocurren sumergidas, ocultas, y son mucho más sutiles y engañosas. Vamos a los datos.

En EEUU bajo la justificación de la eugenesia – disciplina que busca el mejoramiento de la raza humana mediante diferentes técnicas – se esterilizó a 64.000 personas entre 1927 y 1972 en diferentes estados.

Desde 1932 hasta 1972, se realizó un estudio clínico secreto[22] en Tuskegee (Alabama) sobre 399 afroamericanos pobres y casi analfabetos. El objetivo del estudio era ver cómo evolucionaba la sífilis en pacientes a los que no se les suministraba ningún tratamiento. Los individuos reclutados para este estudio no dieron su consentimiento y no fueron informados de su diagnostico. En vez de eso, se les dijo que tenían Mala Sangre y que se les invitaba a recibir tratamiento gratuito en una clínica. A todos estos pacientes se les privó de la penicilina necesaria y de información sobre la misma. Al final del estudio, solo 74 de los sujetos de experimentación continuaban con vida. 28 de los hombres habían muerto directamente a causa de la sífilis, 100 murieron por complicaciones derivadas de ella, 40 de sus esposas fueron infectadas, y 19 niños nacieron aquejados de sífilis congénita.

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Torturas en la cárcel irakí de Abu Ghraib bajo el conocimiento de la CIA.

Entre 1944 y 1977 se llevaron a cabo en EEUU más de 4000 experimentos secretos,[23] [24]conducidos por la Comisión de Energía Atómica y otras agencias gubernamentales como el Departamento de Defensa, el Departamento de Salud, el Servicio Público de Salud (Actualmente el CDC), los Institutos Nacionales de Salud, la Administración de Veteranos, la CIA y la NASA. Millones de personas fueron expuestas a la lluvia radioactiva resultante de la detonación de más de 200 armas nucleares atmosféricas y subterráneas, así como a cientos de liberaciones secretas de radiación al medio ambiente en diferentes momentos y lugares. Un documento secreto de la Comisión de Energía Atómica, fechado el 17 de Abril de 1947, revela que los médicos eran conscientes de los riesgos a la salud humana derivados de la exposición radiactiva, pero simplemente los ignoraron. Bajo el título de “Experimentos Médicos en Humanos”, el memorando menciona: “Ningún documento que se refiera a experimentación en humanos debe ser liberado debido a que esto puede acarrear un efecto adverso en la opinión pública o resultar en procesos legales. Los documentos que cubran ese campo de trabajo deben ser clasificados como “secretos””.

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El actual jefe de Ciencia de Obama, en su haber, un libro con propuestas sobre esterilización masiva y forzosa de seres humanos.

La historia comenzó a salir a la luz cuando en 1993, [25] fueron identificados los nombres de 18 ciudadanos americanos que secretamente recibieron inyecciones intravenosas de 5 microgramos de plutonio,  elemento radioactivo utilizado para fabricar armas atómicas, así como una de las sustancias más tóxicas conocidas por el ser humano.

400 prisioneros de la penitenciaría de Stateville fueron infectados en 1940 con Malaria con el objeto de estudiar[26] los efectos de nuevas drogas experimentales en el combate de esta enfermedad.

En 1945, la Comisión de Energía Atómica de E.U. implementa el “Programa F”. Se trata del más extenso estudio estadounidense sobre los efectos a la salud causados por el fluoruro, que era uno de los componentes clave en la fabricación de armas atómicas. El fluoruro, uno de los químicos más tóxicos conocidos para la salud humana, causa marcados efectos adversos en el sistema nervioso central. Gran parte de la información es clasificada en nombre de la seguridad nacional, con el propósito de evitar que los procesos legales resultantes entorpecieran la fabricación de armas atómicas.

En 1951, el Departamento de Defensa de EEUU inicia pruebas al aire libre usando virus y bacterias que causan diversas enfermedades. Las pruebas se suceden hasta 1969[27].

En 1956 militares de EE.UU. liberan mosquitos infectados con fiebre amarilla sobre Savannah (Georgia) y Avon Park (Florida). Después de cada prueba, agentes del Ejército se hacen pasar por funcionarios de sanidad para comprobar los efectos del ensayo. Esta operación se llamo MAY DAY[28] y fue parcialmente desclasificada en 1981.

En 1965[29] reclusos en la Prisión Estatal de Holmesburg en Filadelfia son sometidos a las dioxinas, componente químico altamente tóxico del Agente Naranja usado en Vietnam. Los hombres son más tarde estudiados para comprobar el desarrollo de cáncer, lo que indica que el Agente Naranja había sido considerado como posible agente cancerígeno.

En 1966 el ejército de los EE.UU. distribuye Bacillus Subtilis Niger en todo el sistema de metro de Nueva York. Más de un millón de civiles son expuestos mediante la ruptura de ampollas llenas de un cultivo con la bacteria en las rejillas de ventilación para estudiar los patrones de dispersión[30].

1968 la CIA experimenta con la posibilidad de envenenar el agua potable del suministro de la FDA en Washington DC, mediante la adición de productos químicos como el LSD y otras substancias. [31]

1970 EEUU intensifica su desarrollo de “armas étnicas” [32], diseñado para apuntar y eliminar de manera selectiva a grupos étnicos específicos que serían de esta manera susceptibles debido a las diferencias genéticas y las variaciones en el ADN.

1990, a más de 1.500 bebés de raza negra e hispana de seis meses de edad en Los Ángeles les fue suministrada una vacuna en pruebas contra el sarampión que nunca había sido autorizada para su uso en EEUU. El CDC (Centro de Control de Enfermedades) admite[33] después que los padres nunca fueron informados de que esa vacuna inyectada a sus hijos era experimental.

1994, el senador John D. Rockefeller emite un informe [34] que revela que durante por lo menos 50 años, el Departamento de Defensa ha usado a centenares de miles de miembros del personal militar en experimentos con seres humanos y para la exposición intencional a substancias peligrosas. Los compuestos administrados durante el experimento comprenden: gas mostaza y gas nervioso, radiación ionizante, psicoquímicos, alucinógenos y drogas utilizadas durante la Guerra del Golfo.

1995, el Dr. Garth Nicolson revela la evidencia[35] de que los agentes biológicos usados durante la Guerra del Golfo habían sido manufacturados en Houston (Texas) y Boca Raton (Florida) y probados en prisioneros en el Departamento Correccional de Texas.

2000, Se realizan transfusiones de sangre artificial experimental[36] a personas a lo largo de EEUU sin consentimiento de éstos. Posteriormente se verifica que esa sangre causa un aumento significativo de las probabilidades de ataque al corazón.

Todos estos casos pueden servir de muestra. Existen muchos más.

 

Terribles sospechas

Llegados a este punto, se hace claro suponer que gobiernos y corporaciones, gracias a todos estos experimentos tienen un gran conocimiento  del efecto sobre la salud de un elevado rango de substancias químicas. Además, el alcance de toda esta barbarie es presumiblemente mucho mayor, ya que es inverosímil que se desclasifique todo lo que llevan a cabo. En este sentido soy partidario de la ley del “iceberg”: la parte sumergida de los experimentos inconfesables será siempre superior a aquellos declarados o reconocidos.

En cualquier caso, a pesar de la dureza de los datos expuestos, y especialmente si los presuponemos más numerosos, se erige otra pregunta clave: ¿se están llevando a cabo experimentos u operaciones secretas en la actualidad? Por lógica así sería. Es fácil tener una idea de estos acontecimientos una vez desclasificados, pero se hace muy difícil hacer un estudio especulativo de lo que podría estar pasando en el presente. Y sin embargo, es al presente y no en el pasado a donde deberían dirigirse nuestras investigaciones y preguntas. En conspiración, el presente siempre está envuelto en una densa niebla.

No es posible saber con certeza que programas estarán en curso en la actualidad pero expongo algunos que considero sospechosos de ser operaciones secretas o cuanto menos graves casos de negligencia, omisión de auxilio, o genocidio. Veamos algunos.

En Junio de 2012 la revista “The Lancet Infectious Diseases” alertaba en un artículo[37] que el 36% de los 1.437 fármacos para combatir la malaria analizados en el Sudeste asiático eran falsos, también el 20% de los 2.634 estudiados en el África subsahariana. Además de los fármacos falsos, otro tercio de las muestras no tenía la calidad adecuada. El artículo alerta de que estos medicamentos falsos suponen una amenaza urgente para las poblaciones más vulnerables y ponen en peligro el progreso y las inversiones para luchar contra la malaria. En cuanto a la responsabilidad de que se suministren medicamentos falsos contra enfermedades endémicas en algunas de las zonas más pobres del planeta… ¿es una negligencia, un fraude o un genocidio?

En cualquier caso, el mero hecho de que haya cientos de millones de personas subalimentadas en un mundo que, por otro lado, tiene  riqueza de sobra para atenderles, tiene algo que ver con el asesinato o el genocidio. Se estima que con el 1% del dinero destinado en el mundo a salvar la banca durante la crisis 2007-2009 se habría resuelto el hambre en el planeta[38]. Tan solo el 1%. Jean Ziegler, vicepresidente del Consejo Asesor del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en su libro “Destrucción masiva: Geopolítica del hambre” afirma que “El hambre tiene un cierto parentesco con el crimen organizado”. En el Código Penal español existe el concepto jurídico “omisión del deber de socorro”, y en base a él se pueden imponer penas a aquellos que no presten socorro a quienes se hallen desamparados y en peligro manifiesto y grave, pudiéndolo hacer sin riesgo propio ni de terceros. ¿Porqué la omisión de socorro se aplica a personas individuales pero no a gobiernos, organizaciones o incluso a la ONU u otros organismos competentes? Cuando una serie de gobiernos pudiendo rescatar de la muerte a millones de personas no lo hacen: ¿no estarían cometiendo un genocidio por abandono o dejación?

33 Tesis

Portada la tesis doctoral donde se demuestra que no hay justificación científica a la fluoración del agua potable. La tesis lo considera «medicalización forzosa» y lo califica de inconstitucional.

Otra cuestión altamente sospechosa es la fluorización del agua potable. Es posible que usted no lo sepa. En muchos países del mundo se echa flúor al agua que bebe la población. Países como España (sobre todo en el País Vasco [39]), México, Argentina, Chile, Brasil, Perú y por supuesto EEUU y Reino Unido entre otros, fluoran sus aguas. Supuestamente como medicamento preventivo para las caries dentales y sin embargo hay publicidad cero a este respecto. No se habla de ello oficialmente. Aunque hay estudios científicos que se contradicen, el flúor (fluoruro) está considerado muy tóxico a altas concentraciones. Esta práctica comenzó en EEUU en 1945 y posteriormente fue ampliándose a otros países. Al margen de un análisis más extenso y pormenorizado sobre los efectos del flúor en el ser humano, la fluorización del agua potable arroja más dudas que respuestas. Es poco ético, es medicación forzada y sin consentimiento expreso de los pacientes. Es ecológicamente dudoso ya que, por ejemplo, se estima que la fluoración de las aguas de Madrid supondría el aporte de 600 toneladas/año a los ríos Henares y Jarama.[40] Esto puede acarrear consecuencias muy graves para los ecosistemas  hídricos y afectar a los peces, si bien no letalmente. Diversos estudios nos indican que los fluoruros tienen un efecto mutagénico potencial, inhiben el crecimiento de las algas, afectan a la embriogénesis de los huevos de los peces e impiden que los huevos de las truchas eclosionen normalmente. Todos estos datos están extraídos de una tesis doctoral de la Universidad Politécnica de Madrid sobre la fluorización del sistema de abastecimiento de agua. Las conclusiones son lapidarias: “No existe una evidencia científica acumulada por parte del Estado de que la fluoración de las aguas suponga un beneficio generalizado para la totalidad de la población sin riesgos o efectos secundarios.”

“Si la Administración obliga a la fluoración de las aguas de consumo público, está obligando al consumo de agua fluorada a la totalidad de la población, vulnerando claramente la libertad individual como capacidad de decidir qué alimentos, aditivos o medicamentos se desea consumir. Se trata pues de una vulneración clara del artículo 10 de nuestra Constitución que protege el derecho al libre desarrollo de la personalidad”.

“Analizados los argumentos políticos usados en defensa de la fluoración con relación a un eventual ahorro económico consecuencia de una disminución de los dentistas necesarios, se puede concluir que se trata de informaciones sin ningún respaldo científico y negadas por los datos reales”.

“La fluoración no es sino la distribución de un medicamento por medio del agua de abastecimiento y se trata sin duda de una novedad en la medicina sin precedente alguno en España. Rompe con las consideraciones éticas vigentes de la actividad médica así como con todos los principios fundamentales de la profilaxis y la terapia, campo exclusivo hasta ahora de los profesionales de la medicina”.

Vistas las conclusiones de dicha tesis doctoral: ¿Por qué se promueve realmente la fluorización de agua potable en todo el mundo?

 

La muerte que nos acecha.

Llegados a este punto, y en ausencia de datos, quizá lo mejor sea especular un poco. Es claro que no hay abundante información de un supuesto exterminio a gran escala y nunca la habrá. Quizás por eso en internet corren varias formas y rumores de cómo la élite exterminaría a la humanidad sobrante, la que ellos llaman “la masa sucia”. Yo he rescatado dos de ellas y les he dado forma para mostrar a qué tipo de exterminios nos referimos.

Un primer tipo se basaría en el empleo más o menos secreto y obligatorio de vacunas. La idea central sería declarar y/o exagerar pandemias tipo gripe porcina o aviar y hacer campañas masivas de vacunación en todo el mundo. Aparte de que la venta de las vacunas proporciona de por sí pingües beneficios, a veces en escenarios de monopolio, la idea sugerida sería que las vacunas disminuirían las defensas y posteriormente, un virus especialmente agresivo podría exterminar a la población.

Es probable que tras algunas vacunas se puedan esconder experimentos y quizás malas praxis médicas. Para todos los lectores interesados en este tema, desde mi punto de vista, la persona de referencia es el periodista español de investigación “freelance” Miguel Jara [41], quien hace un trabajo realmente formidable y aglutina muchísima información.

En cuanto al uso de vacunas como método de exterminio, no lo considero factible puesto que presenta grandes inconvenientes. El primero es que es fácil trazar una relación causa efecto entre las muertes y las vacunas. Puesto que no todas las personas morirían a la vez, el rechazo social que provocaría este método lo haría en si mismo ineficaz. Además, la administración de virus peligrosos plantea algunos riesgos importantes, aun cuando sean virus diseñados expresamente: siempre queda la posibilidad de que muten y es probable que esto sea un riesgo hasta para los que pusieron en marcha la operación.

El segundo tipo de exterminio recogido de internet es, sin embargo, mucho más espectacular. Se habla desde hace años de un plan para implantar un chip a toda la población mundial. Este chip, denominado RFID, es subcutáneo y hay abundante información sobre él en la red. En América incluso existen anuncios comerciales de seguros médicos privados que ofrecen el chip para guardar el historial médico en pacientes con problemas de demencia senil, Alzheimer, etc. Además, se conoce qué tipo de campañas de marketing y estrategias se usarían para conseguir que la población se implante el chip. El objetivo último sería tener a toda la humanidad controlada mediante un chip que permitiera localizarlos, donde todos los datos de la persona estuvieran almacenados, y que contuviera asimismo información “secreta” sobre perfil psicológico, riesgos potenciales para el sistema, etc. Lógicamente, todo encriptado en un chip personal.

La originalidad del chip en cuanto a su uso potencial para el exterminio sería la presencia de dos pequeños dispositivos capaces de, tras ser activados por control remoto, liberar un potente veneno (cianuro, ricino o cualquiera suficientemente potente en bajas dosis) en el cuerpo del ser humano portador, que provocaría su muerte. Fox News publicaba el 18 de Mayo de 2009 una pequeña noticia[42] sobre este “killer chip” indicando que Alemania se negaba a patentarlo. La patente pertenece a un inventor de Arabia Saudita, e incluye además de la capacidad de matar a su portador aquella de informar de su posición mediante GPS[43]. De hecho, lo que hizo saltar la noticia, de manera discreta, a ciertos medios, no era en sí la existencia de un chip asesino, sino que Alemania se negase a patentarlo. Entre las bondades del chip, se promociona la capacidad de localizar por control remoto (y si se desea, matar) “a fugitivos de la justicia,  terroristas, inmigrantes, criminales, opositores políticos, desertores, empleados domésticos y ciudadanos de arabia saudita que no hayan retornado de su peregrinaje”. La frase entrecomillada esta copiada literal de la noticia.

La persona que dio la noticia se llama Stephanie Krüger y es portavoz de la oficina de patentes alemana. En su opinión muchos inventores prueban la misma patente en varios países, así que es posible que el “killer chip” haya sido ya patentado en algún otro lugar.

En cualquier caso, el escenario es simple: una vez que se haya conseguido implantar masivamente el chip de control, matar a toda la población sería cosa de apretar un botón. De la misma manera que un móvil suena al recibir una señal, un chip liberaría el veneno en el cuerpo humano donde se aloja. Una aplicación que difundiese vía radio (quizás antenas de telefonía u otro medio) una señal, permitiría activar todos los chips. Sería como una gran ola, que no produciría ningún ruido y que iría segando, cuál guadaña, la vida de miles de millones de personas a su paso. El tiempo necesario para ejecutarlo sería el de difundir la señal y el tiempo para que el veneno haga efecto. La manera de sobrevivir sería “estar fuera de cobertura” o… no tener el chip.

En cualquier caso, un exterminio así tendría importantes inconvenientes. Primero, se necesitaría una implantación masiva de chips en humanos, cosa que aún tardará varios años. Otra, que una muerte tan masiva y repentina provocaría grandes problemas a los ejecutores supervivientes. Por ejemplo, si muriesen los pilotos de aviones, buques petroleros, o los especialistas de centrales nucleares se podrían ocasionar gravísimos desastres ecológicos.

Con todo, sería posible hacer “listas seguras” de supervivientes cuyos chips no liberasen el veneno, y aunque es probable que estos humanos se encargasen de evitar las catástrofes mencionadas, tampoco existiría una garantía de ello. El mundo inmediatamente después del exterminio y reducción de la población a 500 millones de personas sería extremadamente inestable.

Realmente, este escenario me parece impracticable (aunque sea técnicamente posible) y creo que el “killer chip” no se usaría jamás de modo masivo.

 

Esterilización forzosa global

Entrando ya en la recta final del artículo, vistas las motivaciones, precedentes, métodos más o menos imaginativos pero impracticables de exterminio, queda aún la pregunta fundamental. Si es cierto que se planea un exterminio masivo de la población, ¿Cómo se llevaría a cabo? Atentos a lo que sigue, porque, posiblemente, esté ocurriendo ya.

MŠnner vom Aussterben bedroht

Niels E. Skakkebaek, pionero de como ellos se llamaron «los pesados de los disruptores endocrinos», un grupo de científicos que denunciaron sistemáticamente la pérdida de fertilidad en los varones.

En 1992, el profesor Niels E. Skakkebaek, del Departamento de Crecimiento y Reproducción de la Universidad de Copenhague publicó un informe provocó un gran revuelo en la comunidad científica. El informe[44] demostraba que en 50 años el número de espermatozoides de la población masculina había descendido un 50%.[45] En un principio toda la comunidad se mostró escéptica. Se generaron muchas críticas y otros investigadores trataron de recrear el estudio. La primera convencida fue la epidemióloga Shanna Swan de la Universidad de Rochester (Nueva York), luego en Paris el departamento de Biología Reproductiva del Hospital Cochin llegó a las mismas conclusiones [46] mediante datos de sus propios bancos de semen y por tanto, datos diferentes a los usados en Copenhague. Según el estudio parisino, la calidad del semen decrece a razón de casi un 2% al año.

Posteriormente empezó a tomarse conciencia: los datos del estudio de Skakkebaek eran correctos. Algo estaba afectando a la calidad del semen humano. Según los investigadores, el origen sólo podría ser genético o bien ambiental. Pero amparándose en la velocidad del deterioro, sólo quedaba en pie la hipótesis ambiental. Algún contaminante externo está afectando la capacidad de reproducción humana. Todos estos datos están recogidos y muy bien documentados en “Hombres en peligro” del programa “La noche temática” de la televisión española.

A partir de que se hizo consciencia del problema, se empezó a constatar que también se estaban produciendo problemas muy similares en animales salvajes. Se ha observado una feminización de la población de peces o ranas, malformaciones sexuales en lagartos o aves. Todo apunta a que los causantes son componentes químicos como: PCBs, DDT, éteres de glicol, los ftalatos, pesticidas, etc. Estas substancias se conocen como “disruptores endocrinos”[47] y son capaces de alterar el sistema hormonal y ocasionar diferentes daños sobre la salud.

Para hacerlo comprensible al lector menos versado en temas de medicina, se podría explicar (muy simplificadamente), como una cierta feminización de todos los machos. Es decir menos niveles de testosterona que repercuten en problemas de fertilidad e incluso malformaciones asemejándose en cierto modo a las hembras.

El problema es gravísimo: según los estudios iniciales de Copenhague, uno de cada 5 hombres tendría problemas para procrear dada su calidad del semen. Dado que todos los datos demuestran que este proceso va en auge, se puede predecir que en 20 o 30 años más, quizás haya más varones infértiles que fértiles. Sin duda, un proceso de extinción ocasionado por exposición química.

Rescatemos ahora el libro del actual asesor de Obama, John P Holdren, donde se proponía esterilización masiva de la población mediante químicos, tanto en agua como alimentos básicos. Para este supuesto haría falta acceso por parte de grandes corporaciones a los alimentos de prácticamente toda la población mundial.

Según el libro “El mundo según Monsanto”, de la periodista especializada en agroalimentación Marie Monique Robin, Monsanto domina el mercado mundial de semillas convencionales y transgénicas. Según esta autora: “dominar las semillas es dominar los estómagos, la población mundial”. Y puesto que somos lo que comemos, se puede controlar también de que estamos compuestos, o incluso algunas de nuestras enfermedades. Para controlar las semillas, hay que patentarlas y luego obligar a que se comercialicen tus semillas o que te las compren sólo a ti. Ya no hay independencia alimentaria en el mundo.

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Marie Monique Robin: El mundo según Monsanto. ¿Quien no ha oído hablar de ella?

En cualquier caso, los datos que relacionan la capacidad de reproducción masculina y la exposición a químicos están sobre la mesa. La industria es renuente a investigar esta relación y se sabe de casos en los que tras comprobar que los investigadores habían encontrado datos que vinculan químicos y calidad del esperma, las corporaciones retiraron los fondos de la investigación. La conclusión lógica es: no quieren que se investigue. Hay precedentes de casos en las que una multinacional conoce y oculta el riesgos de productos químicos, por ejemplo Monsanto y los PCB’s[48].

Concluyendo.

No es posible afirmar que exista un exterminio intencional y programado de la humanidad. Sin embargo este, de alguna manera, ya ha empezado a ocurrir. Que los problemas de fertilidad de los hombres sean conocidos e intencionales o sean puramente efectos secundarios de la industria química mundial, no cambia las cosas. Porque lo que cuentan son los efectos. Y estos, una vez conocidos, deberían alertar y ser prioridad y objetivo de todos los países del mundo. De no ser así, se convertirían en cómplices del genocidio de la humanidad, premeditado o no.

Miguel Ángel Ruiz.


[1] “An Essay on the Principle of Population” (1798). Thomas Robert Malthus.

[2] http://www.populationmatters.org/

[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_R._Ehrlich 

[4] The population Bomb. Paul R Ehrlich. Sierra Club/Ballantine Books. USA. 1968.

[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Club_de_Roma

[6] Memorándum del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. NSSM 200 de diciembre de 1974. “Consecuencias del crecimiento poblacional para la seguridad de EEUU y sus intereses de ultramar”.

[7] http://www.geraldbarney.com/G2000Page.html The Global 2000 Report to the President: Entering the 21st Century 

[8] Global 2000 Report to the President. 1977.

[9] Endgame: Blueprint for Global Enslavement. Alex Jones. 2007.

[10] Informe de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. ONU. El Cairo, 5 a 13 de septiembre de 1994

[11] Ecoscience: Population, Resources, Environment. Paul R. EhrlichJohn P. HoldrenAnne H. Ehrlich 1978.

[12]  http://en.wikipedia.org/wiki/John_Holdren

[13] ¿Es usted un psicópata? Jon Ronson. Ediciones B. 2012.

[14] http://www.madres.org/navegar/nav.php

[15] http://www.elmundo.es/elmundo/2003/07/21/internacional/1058798361.html

[16] Violaciones de los Derechos Humanos de la Dictadura Militar en Chile (1973-1990)

[17] Informe “Guatemala: Memoria del Silencio”. Febrero de 1999. Comisión para el Esclarecimiento Histórico.[18] Proyectos desaparecidos El Salvador y Amnistía Internacional.

[19] http://elpais.com/diario/2005/11/20/eps/1132471610_850215.html

[20] CIA, Joyas de la Familia. Eric Frattini. MR Ediciones. 2008. Capítulo sobre Programa Phoenix.

[21] http://www.countercurrents.org/lucas240407.htm

[22]«Final Report of the Tuskegee Syphilis Study Legacy Committee». University of Virginia Health Sciences Library (May 20, 1996)

[23] http://www.hss.energy.gov/healthsafety/ohre/

[24] http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Plumbbob

[25] Final Report of the Advisory Committee on Human Radiation Experiments. US Goverment.

http://www.hss.energy.gov/healthsafety/ohre/roadmap/achre/report.html http://archive.org/details/advisorycommitte00unit

[26] PROCEDURES USED AT STATEVILLE PENITENTIARY FOR THE TESTING OF POTENTIAL ANTIMALARIAL AGENTS’ By ALF S. ALVING, BRANCH CRAIGE, JR.,2 THEODORE N. PULLMAN,2 C. MERRILL WHORTON,2 RALPH JONES, JR.,2 AND LILLIAN EICHELBERGER (From the Malarial Research Unit, Department of Medicine, University of Chicago) December 23, 1946.

[27] Goliszek, Andrew. En nombre de la ciencia. Nueva York: St. Martin, 2003.

[28] Rose, William H. “An Evaluation of Entomological Warfare as a Potential Danger to the United States and European NATO Nations”, U.S. Army Test and Evaluation Command, Dugway Proving Ground, March 1981, via thesmokinggun.com, accessed December 25, 2008.

[29] http://www.nytimes.com/1983/07/17/us/dioxin-tests-conducted-in-60-s-on-70-philadelphia-inmates-now-unknown.html [30] Clouds of Secrecy: The Army’s Germ Warfare Tests Over Populated Areas. Leonard A. Cole. Rowman & Littlefield. 1989.

[31] Cockburn, Alexander y Jeffrey St. Clair, eds. “Germen de la guerra: El Registro de Estados Unidos”. Counter Punch.

[32] Revista del Ejército, Nov., 1970.

[33] http://www.nvic.org/nvic-archives/newsletter/vaccinereactionjune1996.aspx

[34] http://www.gulfweb.org/bigdoc/rockrep.cfm

[35] http://jama.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=387098

[36] http://blogs.abcnews.com/theblotter/2007/05/test_of_controv.html

[37] Poor-quality antimalarial drugs in southeast Asia and sub-Saharan Africa. Gaurvika ML Nayyar BS, Joel G Breman MD, Paul N Newton MRCP, James Herrington PhD. Junio 2012. The Lancet Infectious Diseases, Vol. 12 No. 6 pp 488-496.

[38] Encuentro Objetivos del Milenio y coherencia de políticas. Encuentro de 200 representantes de ONGs. Madrid. Mayo 2010.

[39] http://www.osakidetza.euskadi.net/r85-ckserv01/es/contenidos/informacion/sanidad_ambiental/es_1249/aguas_fluoracion_c.html

[40] Tesis Doctoral: Investigación sobre la garantía de dosificación de Flúor acorde con los rangos admisibles en las aguas de abastecimiento. Aurelio Hernández Lehmann. Universidad Politécnica de Madrid. Julio 1995.

[41] www.migueljara.com

[42] http://www.foxnews.com/story/0,2933,520331,00.html

[43] http://www.wnd.com/2009/05/98386/

[44] Evidence for decreasing quality of semen during past 50 years. Elisabeth Carlsen, Aleksander Giwercman, Niels Keiding, Niels E Skakkeblek. University Department of Growth and Reproduction, Rigshospitalet, Copenhagen. 12 – Sep – 1992.

[45] Datos iniciales extraidos del documental: “Hombres en peligro”. La noche temática.

[46] Decline in Semen Quality among Fertile Men in Paris during the Past 20 Years. acques Auger, M.D., Ph.D., Jean Marie Kunstmann, M.D., Françoise Czyglik, M.D., and Pierre Jouannet, New England Journal of Medicine. 2 – Febrero – 1995.

[47] http://es.wikipedia.org/wiki/Interruptor_endocrino[48] El mundo según Monsanto. Marie Monique Robin. Documental y libro Ediciones Península. 2008.