LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA COBERTURA DEL CONFLICTO SOCIOPOLÍTICO

Por Miguel Ángel Ruiz

Sumario: 1. Introducción. 2. Modelos de actuación. 3. Tratamiento de los hechos sociales. 4. Criterios que influyen en el tratamiento. 5. Competencia entre medios. 6. Los medios como actores sociales. 7.- Conclusiones e días clave. 8. Bibliografía.

1.- Introducción.

A los medios de comunicación modernos se los asocia típicamente con varias funciones como son informar, entretener, educar y formar opinión (Bretones, 1997). Estas funciones tendrán diferentes desarrollos y articulaciones dependiendo del medio de comunicación y de otras características particulares. Por ejemplo, el tamaño del medio influye en cómo trata la información. Así por tanto, no informa de la misma manera un medio de comunicación nacional que uno local, también, la ideología dará fruto a informaciones y tratamientos diferentes. La cercanía al conflicto es otro elemento que puede provocar diferencias en el tratamiento de la información del medio, en tal caso, no se construye la una noticia de manera similar si ocurre en un país lejano a sí el suceso ocurre dentro de las fronteras nacionales. Con frecuencia los medios de comunicación pueden ser más críticos con regímenes lejanos que con abusos de poder que ocurran en la vecindad geográfica.

Y en este orden lógico, influye también la naturaleza de las noticias. Un medio ofrecerá diferentes discursos y marcos a, por ejemplo, las victorias deportivas, eventos del jefe de estado o en conflictos sociopolíticos. Este último caso, supone un objeto de estudio particularmente interesante y digno de atención.

En esta unidad didáctica se pretende analizar, en concreto, el papel que juegan los medios de comunicación en la cobertura de los conflictos sociopolíticos. Analizaremos cual es el tratamiento los medios dan a este tipo de noticias, que modelos explican las diferencias de tratamiento y cómo diferentes criterios influirán en esa cobertura.

2.- Modelos de actuación de los medios.

En una primera aproximación a la cuestión, podemos decir que, en general los temas sociales no figuran en la agenda mediática de los medios (Macassi 2005). Es un tema, menos presente que otros como el deporte, la política o los sucesos. Sin embargo, la actualidad impone su agenda a menudo y no siempre se pueden ignorar los conflictos sociopolíticos.

Y si bien este tipo de conflictos no siempre es recogido, cuando finalmente los incluyen y publican, el tratamiento que se le da, no es neutro (McCombs, 1972). Así, esa no neutralidad se puede constatar porque en algunos casos, los medios se ponen del lado de una de las partes. Y al hacerlo, las noticias alteran o redefinen el curso de los acontecimientos de los conflictos.

A lo largo de la investigación social se han definido algunos modelos que explican cómo los medios se relacionan como la información y qué criterios utilizan para incluir o no en su agenda una noticia concreta, lo cual se considera básicamente una función de control social.

  1. A) Fabricación del Consenso o “Modelo de propaganda”.

Este modelo fue propuesto por Chomsky y Herman (1998) y define 5 filtros diferentes para la inclusión de una noticia en un medio. Estos filtros serían:

  • Primero: Criterios comerciales en cuanto a la magnitud, propiedad y orientación de los de los beneficios de los medios de comunicación. Los medios han de generar ingresos y han de ser atractivos y por tanto entretener.
  • Segundo: Beneplácito de la publicidad. Si la publicidad se retira se traduce en una pérdida de ingresos y beneficios.
  • Tercero: Suministro de noticias a los medios de comunicación provenientes de departamentos de prensa de los gobiernos o las grandes corporaciones y no la verdadera fuente de la noticia.
  • Cuarto: Respuesta de grupos de influencia ante cualquier desviación de línea editorialo del sesgo mediático y ante a ataques a un determinado anunciante.
  • Quinto: Filtro –anti, que consistiría en tachar de subversiva (terrorista, comunista, etc.) cualquier opinión contraria.

Este modelo parte de la premisa (hipótesis) de que los medios son un instrumento que tiende a apoyar las posiciones de las elites, sin ofrecer disensión a las decisiones gubernamentales (Hallin, 1987). Como veremos más adelante, el tratamiento que los medios realicen de los conflictos sociopolíticos vendrá alineada con esta misma lógica, es decir, favoreciendo los intereses de las élites (léase dueños de los medios) en la representación de esos conflictos.

  1. B) Modelo de “agenda setting”.

Este modelo fue propuesto por McCombs y Shaw (1972), afirma que los medios establecen la jerarquía de temas sobre los que pensamos y opinamos. Con su trabajo diario, de producir y difundir noticias, establecen el orden temporal y la prioridad que cabe asignar a los temas sobre los que pensamos y opinamos, a la vez que subrayan las condiciones -los marcos de posibilidad- desde donde podemos comprender, pensar y opinar sobre esos mismos temas.

Estos estudios enfatizan la capacidad de los medios para dirigir de nuestras preocupaciones y en muchos casos nuestras opiniones, puesto que desde los medios se establece la demanda. Por ejemplo, es por los medios desde donde recibimos demandas para solidarizarnos con la pobreza del tercer mundo o con los desequilibrios estructurales de nuestras sociedades. Como afirma Tuchman (1983), las noticias son «una ventana al mundo que tiende a decirnos qué queremos saber, qué necesitamos saber, y qué deberíamos saber.

El modelo de la «agenda setting» muestra cómo los medios conjugan «temas de interés particular» (de las élites, de los gobiernos o de grupos específicos) y «temas noticiables». Esta hipótesis sería compartida por otros autores, para los cuales los medios no son ni enemigos abiertos ni componentes de la propaganda del gobierno. La relación entre el gobierno y los medios de comunicación es calificada de “simbiótica”, de tal forma que ambos cooperan y se apoyan entre sí, logrando beneficios mutuos. Lo cual, no quita que los medios tengan una postura ideológica, y que los medios puedan ir en contra del gobierno en determinadas ocasiones, lo que se traduciría en la inclusión de noticias que descalifiquen al gobierno y que se conceda la cobertura de conflictos si estos van en la dirección que quiera mostrar el medio.

  1. C) Modelo de la espiral del silencio.

Este modelo fue propuesto por Noelle-Neumann (1977) y teoriza sobre que la sociedad amenaza con el aislamiento a los individuos que expresan posiciones contrarias a las asumidas como mayoritarias. Este modelo está emparentado con el modelo de la «agenda setting» en lo que éste pretende sacar a la luz: cuál es el proceso característico por el que los medios de comunicación de masas estructuran las preocupaciones sociales y políticas -los temas de interés- de los individuos. El modelo es más complejo, pero en lo que respecta a la cobertura de noticias, los motivos de inclusión serían análogos o similares a los del modelo de agenda setting.

 

3.- Tratamiento de los hechos sociales.

Hemos visto como: los medios tienen filtros para incluir las noticias y su tratamiento de la información no es neutro. Realmente, la primera opción a la hora de tratar una noticia es no publicarla, es decir, censurarla. Este puede ser el destino común de muchos sucesos y temas que no interesan y que simplemente se suprimen de las agendas informativas de los medios.

Un buen ejemplo de ello, es el proyecto que la Universidad Estatal de Sonoma (California, USA), lleva realizando unos 40 años, y en ella recogen cada año las noticias 25 noticias más censuradas en los medios, es decir, noticias relevantes que tienen poca o ninguna difusión y que se explica gracias a los modelos de función de control social de los medios vistos anteriormente.

En el que caso en que se trate la noticia, está sufrirá una transformación por parte de los periodistas. Para Entman (1993), los medios delimitan la interpretación de los conflictos. Esta delimitación, llamada “enmarcamiento” (del inglés, framing) la define como: “La acción de “seleccionar algunos aspectos de la realidad percibida para reforzar su expresión, de este modo promover una definición particular del problema, una interpretación causal, una evaluación moral y/o una recomendación de cómo resolver el hecho”.

Entman afirma que los medios no sólo generan un enfoque de las noticias sino que organizan el discurso para orientar su interpretación en torno a las causas, la valoración las consecuencias y establecen recomendaciones frente a las problemáticas que se establecen en las noticias.

Según Chomsky (1988), puesto que los medios son instrumentos de poder de las élites, las noticias “movilizan apoyo para los intereses especiales que dominan el estado y la actividad privada”. Pero si las noticias y los medios pueden considerarse como instrumentos de poder, la cobertura mediática de los conflictos sociopolíticos pasará a considerarse una herramienta de dominación en un campo de batalla ideológico.

Touzard (1981) nos ofrece una definición de conflicto, tal que: “situación en la que unos actores, o bien persiguen metas diferentes, defienden valores contradictorios, tienen intereses opuestos o distintos, o bien persiguen simultánea y competitivamente una misma meta.

Considerado desde esa perspectiva, los medios en general propiedad de grandes grupos o de gobierno, van a presentar una versión de los conflictos sociopolíticos que defiendan los intereses de las élites y que en gran manera, acaben posicionándose junto a los intereses de los dueños de los grupos de comunicación. En realidad, no se defienden tanto intereses particulares de un grupo concreto, sino que gracias a la “cohesión de clase”, de una forma más amplia, se defienden en general los intereses del capital. Esta característica explicará en gran medida muchos de los rasgos que conforman el tratamiento informativo de los conflictos en los medios.

Un ejemplo paradigmático, de este hecho lo ofrecen Chomsky y Ramonet (1996), sobre el tratamiento informativo que recibió 1937 la huelga del sector del acero en Johnstown (Pensilvania, USA). Hasta ese momento, las patronales habían usado técnicas muy duras para contra las organizaciones de obreros, como por ejemplo, la contratación de matones a sueldos, etc. En aquella ocasión, y por primera vez, se usó la propaganda (léase medios de comunicación) para enfrentar a la gente contra los huelguistas. Se presentó a los huelguistas como destructivos y perjudiciales para el conjunto de la sociedad, y contrarios a los intereses comunes, que eran los nuestros, los del empresario, el trabajador o el ama de casa, es decir, todos nosotros.

Tal herramienta resultó tan eficaz que se sigue poniendo en práctica la actualidad. Por ejemplo, cada vez que se habla de huelgas por ejemplo en los medios españoles, casi siempre, el tratamiento del conflicto se centra en los perjuicios que causa la huelga y nunca en se dicen las reivindicaciones de los huelguistas.

Tal hecho, nos lleva a dos elementos muy importantes del tratamiento de los conflictos sociopolíticos. El primero que los hechos en las noticias se presentan desencausados (Macassi y Subauste 2009). Es decir, la prensa informa pero no explica. Presentar los conflictos en su contexto los haría comprensibles y sería contraproducente porque con ello se conseguiría formar a la sociedad y aumentarían las posibilidades de que al tener todos los datos, se posicionasen en contra de los intereses de la élite.

El segundo elemento consiste en que medios enmarcan (framing) a las partes (actores del conflicto) y sus demandas atribuyéndoles cualidades o resaltando sus defectos, reduciendo su complejidad social y cultural, por ejemplo a los gremios laborales se les presenta sólo en actos violentos o enmarcándolos con adjetivos que desvirtúan sus demandas, como cuando se les estereotipa como “piqueteros”, “radicales”, de esta manera se les homogeniza y reduce (Spadoni, 2004).

La narrativa que adopte el framing dependerá de cada medio concreto en base a factores como línea editorial, ideología, apoyo al gobierno, etc.

Neuman (1992) propuso una clasificación de los marcos en base a la manera en que los periodistas narran las noticias, en como estructuran los discursos, en como apelan el sentido común de las personas, este autor planteó 5 marcos: De conflictos, de consecuencias económico sociales, de interés humano, de moralidad, de responsabilidad.

  1. A) Marco de conflictos: Consiste en el tratamiento que prioriza la disputa y la contraposición entre dos o más individuos, personas o instituciones. Es sintomático cómo se utilizan temas de disputa e incluso de violencia como medio para la atracción de audiencia.
  2. B) Marco de consecuencias económicas y sociales: Presentan el significado del conflicto en función del impacto en los aspectos económicos o sociales. Esta narración puede ser una oportunidad si se promociona una solución negociada a los conflictos, sin embargo suele usarse para deslegitimar a los grupos sociales y sus demandas que recurren a medidas de fuerza.
  3. C) Marco de interés humano: Se utiliza la victimización de los actores y para ello es muy común que se enfatice el llanto y el dolor”, creando una especie de melodramas que resultan muy atractivos para el público.
  4. C) Marco de moralidad: Se trata de enfoques que buscan juzgar o calificar moralmente o éticamente los conflictos o las acciones de las partes. El público, en estos enfoques, se siente protagonista puesto que resulta ser juez a partir de los criterios morales emitidos por los medios.

  1. E) Marco de responsabilidad: Este tipo de tratamiento informativo suele identificar a los culpables, a los responsables, los involucrados. En algunas noticias sobre conflictos sociales este marcos reduce la complejidad del conflicto enfocándose en los responsables individuales de ciertos actos, buscando culpabilizar a una de las partes de las respuestas de las otras, con ellos alimenta la espiral de la conflictividad.

A continuación, a modo de ejemplos, vamos a tratar de identificar las posturas más comunes o típicas que la prensa suele usar en relación los siguientes conflictos sociopolíticos.

   Tipo de conflicto

Enfoque probable

Huelgas.

Descontextualizar la huelga (no explicar su origen ni motivo) y centrarse en el impacto negativo que tenga la huelga.

En caso en que la noticia sea que la huelga se suspenda porque sindicatos y patronal llegan a un acuerdo, el marco se suaviza notablemente y se subraya el hecho de que los huelguistas “hayan entrado en razón”.

Manifestaciones.

Depende de la legitimidad que el medio conceda a la manifestación, especialmente si esta es aprobada por las autoridades. Se suele informar de los motivos que genera la manifestación. Se puede adoptar un marco de moralidad y comprensión si se apoya la causa o de peligro e intolerancia sino se apoya.

Atentados terroristas.

Rechazo mayoritario, en el que subraya el peligro y la irracionalidad de los terroristas. Las noticias subrayan el conflicto y presentan a los ataques como un ataque al modo de vida democrático. No hay historia ni contextualización del conflicto.

Brutalidad policial.

Se tienda a ignorar en la nación propia, y si se informa de ellas de manera episódica, se suele hacer de la brutalidad en el extranjero. En el caso en que se trate en suelo nacional, se presenta el caso como hecho aislado.

Desalojo de ocupas.

La prensa se suele alinear con los policías presentando la noticia como una victoria sobre el mal o sobre personas que rompen la paz social. Los ocupas suelen ser presentados como radicales.

Activismo y protesta (GreenPeace).

La posición en este caso suele ser más benevolente en los casos anteriores (la protesta de GreenPeace está también más enfocada como espectáculo simbólico). Se suele informar de la protesta, sin tomar partido y sin conceder legitimidad a la protesta, a la que se la tolera pero no se la apoya.

La característica común a todos los marcos, es que sea cual sea el marco elegido, la narrativa de los medios va a simplificar el conflicto sociopolítico, reduciendo los actores a meras caricaturas. Aparte de la defensa de los intereses de clase de la élite, la cobertura de noticias tendrá otras lógicas, principalmente la comercial, en la cual la noticias buscarán atraer la atención pública y generar controversia. Este hecho nos  llevará a analizar dos criterios importantes que también afectan a la cobertura de los conflictos: la cercanía geográfica y el momento en que el medio se ocupa de la noticia.

4.- Criterios que influyen en el tratamiento.

Vamos a detenernos en 3 criterios diferentes que influyen en la construcción de las noticias sobre conflictos en la prensa. Estos criterios serían: en qué momento la prensa decide informar de un conflicto, como influye el tamaño de un medio y la distancia del medio al suceso y por último que tipo de conflictos interesan más a la prensa.

  1. A) Criterio del tiempo (cuando se informa):

Los medios de comunicación establecen una agenda informativa (agenda setting) y una tematización (González y Palmira Chavero, 2012). Esta última se distingue de la agenda setting en que además realiza un encuadre a todo una temática (el conflicto en nuestro caso) y luego realiza una formulación de propuestas y formas de entender el conflicto. Todo este tratamiento informativo, que es gran parte ideológico y comercial.

En el caso de los conflictos sociopolíticos, los medios tienden a ignorar los conflictos y sólo se ocupan de ellos cuando saltan a la noticia mediante una erupción violenta (Macassi y Subauste 2009). Sin ese componente de violencia (que ayudará a hacer encuadres más claros del asunto), los medios no parecen estar interesados, es decir, no se ocupan generalmente de conflictos latentes que no tienen un estallido visible. Así, puede existir un conflicto con violencia contenida en el tiempo sin que la prensa haga mención a el mismo, salvo en el caso de que se desencadenen disturbios, huelgas, boicots, etc.

En el caso en que un conflicto consiga saltar a las agendas, si el conflicto tiene una duración prolongada en el tiempo y no es episódico, la cobertura mediática será fragmentaria y no sostenida (Ibíd.)

  1. B) Tamaño del medio y distancia a la noticia.

Por tamaño del medio entendemos al área de cobertura de sus noticias. En este sentido podemos distinguir entre medios nacionales, regionales, locales, etc. En cierto sentido, cuando menor es la distancia a la noticia mayor repercusión en el medio tiene. Así, encontramos que los medios locales pueden recoger muchas noticias que un medio nacional ignora, especialmente en el caso también de los conflictos. Los medios locales visibilizan los conflictos en su fase temprana pero esta cobertura es fragmentaria y discontinua (Macassi y Subauste 2009).

En cuanto a los medios nacionales, priman las noticias de la capital frente a otros conflictos (de igual índole) en provincias, provocando un efecto de centralismo de las noticias. En general, y según indican los trabajos de investigación de Gadi Wolfsfeld (1993), acerca de los encuadres individuales sobre la intifada, se constata que las personas que viven cerca de los conflictos tienen más capacidad de hacer marcos propios que cuestionen los marcos de la prensa. Este hecho reduce la capacidad de los medios de “construir la realidad” de los conflictos.

  1. C) Tipos de Conflictos.

Los medios no conceden la misma visibilidad a todos los conflictos. Algunos conflictos suelen tener una mayor atención de parte de los medios y son seleccionados con más frecuencia que otros. Por ejemplo, los conflictos que afectan a niños o a poblaciones vulnerables pueden tener una mayor aceptabilidad que aquellos conflictos que amenazan intereses de las industrias extractivas, de procesos de privatización o de la inversión extranjera. Generalmente la visibilidad de los conflictos obedece a una intencionalidad a veces comercial (atrae la atención) pero también política y esto determina la parcialidad con que se abordan los contenidos de los conflictos. En general, siguiendo la lógica del modelo de Chomsky, podríamos afirmar que no se evidenciarán conflictos que afecten a los intereses de clase de los medios.

 

La imposición de la visión de la realidad que ofrecen los medios, es un proceso acumulativo. Es decir, aunque sea vaya construyendo episódicamente, noticia a noticia, y puesto que los sesgos del tratamiento informativo comparten una lógica, la influencia de las diferentes noticias en los individuos receptores a lo largo del tiempo es congruente. Esta congruencia cultural (Entman, 2004), se define como “la compatibilidad de un encuadre con los esquemas aceptados generalmente por la sociedad y el actor en cuestión”. A mayor compatibilidad (congruencia), menor contestación por parte de todos los actores de la comunicación sociopolítica. Así, si un encuadre congruente es generalmente aceptado por la sociedad, uno totalmente incongruente será bloqueado en las mentes de los actores de la comunicación política.

Lo que viene a traducirse en que, una vez que una persona ha aceptado las versiones tratadas de la prensa y ha interiorizado la visión de la realidad que en ellas se dibuja, a nivel causal, una vez que se le presente información alternativa, sin ese tratamiento mediático, la persona será más propensa a rechazar esa información. Tal hecho podría verse como una victoria del control del pensamiento por parte de la prensa y el poder del enmarcado eficaz de noticias.

Bajo este criterio, para los medios es deseable un desconocimiento de los conflictos por parte de los ciudadanos, puesto que, como veremos, los medios compiten entre ellos, para imponer una visión de la realidad.

5.- Competencia entre medios.

Según González y Palmira Chavero (2012), los medios compiten por establecer una agenda que interese y preocupe a los ciudadanos. Para ellos, el encuadre triunfante que defina una noticia o problemática, es el resultado de la lucha de encuadres en el marco de una pluralidad de intereses con capacidad desigual de imponer sus respectivos argumentos. Así, por ejemplo, en un sistema mediático pluralista polarizado como el español (Hallin y Mancini, 2007), los medios hacen política, pueden comportarse como altavoces del gobierno, o pueden apoyar a diferentes partidos políticos dando lugar a  un periodismo de trinchera muy alineados políticamente.

En este caso, los conflictos pueden presentarse de manera diferente. Por ejemplo un medio puede atribuir un determinado conflicto al carácter antidemocrático o poco patriótico de un grupo, mientras que para otro medio, esos problemas serían consecuencia directa de la ineptitud del gobierno. Hay que notar, que en ambos casos, los encuadres serían interesados y convierten al conflicto en un arma arrojadiza ideológica sin que haya verdadero interés en el, más que el daño de imagen que se pueda causar al adversario. En ambos casos, se sigue cumpliendo lo dicho hasta ahora, y el conflicto aparece descontextualizado y reducido a una caricatura realizada desde el medio de comunicación.

Ejemplo típico de estas pugnas de versiones pueden ser la guerra cifras de manifestaciones, entre periódicos de oposición y gobierno. Un notable ejemplo de la guerra de encuadres es “La construcción mediática de la crisis” (González y Palmira Chavero 2012), en la que se muestra como gobierno fue incapaz de imponer su marco de “salida social” a la crisis, y tuvo que ir variándolo en lo que fue una derrota, de tal manera que la visión final de los ciudadanos fue que la gestión del gobierno fue ineficaz y tardía.

6.- Los medios como actores en el conflicto

Los medios juegan un importante papel en los conflictos sociopolíticos, hasta el punto que llegan a convertirse en actores de los mismos. Así, como primera característica podríamos afirmar que los medios visibilizan los conflictos. Contribuyen a su difusión y conocimiento. O más exactamente, contribuyen a la visibilización del conflicto y al conocimiento de la versión mediática de los mismos.

Al cubrir los conflictos, los telediarios y programas periodísticos lo que hacen es darle existencia pública a los conflictos y generar corrientes de opinión y la movilización de instituciones y actores sociales a favor de una u otra parte.

Los medios encuadran la realidad social e influyen en los procesos de comprensión de los fenómenos sociales, pueden contribuir a establecer o restar posibilidades de procesamiento dialogado de los conflictos. Para Spadoni (2004), “tienen la capacidad de instalar los significados dominantes en la comunidad y su responsabilidad en la evolución de los conflictos públicos hacia la escalada violenta, la polarización o la transformación constructiva es determinante”. De Echave (2009), opina incluso que los medios, se pueden involucrar en los conflictos, mostrándose radicalmente a favor o en contra de una las partes en conflicto, e incluso siendo participes del escalamiento de los mismos.

Como vimos en el ejemplo de la huelga del sector del acero en Johnstown en 1937, los medios pueden contribuir a derrotar un movimiento obrero ayudando a la patronal en sus problemas. Para Chomsky y Herman (1988), los medios son actores integrales de la lucha de clases, totalmente integrados en el marco institucional y actúan al unísono con otros sectores ideológicos, para establecer, reforzar y vigilar la hegemonía corporativa.

En general, y abandonando un poco el ámbito exclusivamente de la cobertura de conflictos, los medios hacen política. Han llegado a jugar un papel tan destacado en este campo,  que en ocasiones ya no se sabe claramente si la política que perciben los ciudadanos proviene de los partidos o es un producto mediático que fabrican los medios de comunicación (Meyer, 2002).

7.- Conclusiones e ideas clave.

En el transcurso de la unidad didáctica hemos repasado como los medios de comunicación tratan los conflictos sociales en sus noticias y como, a veces incluso, juegan un papel en estos como actores. A continuación vamos a resumir las ideas claves de la unidad.

  • Los medios cumplen con varias funciones como puede ser informar, entretener, educar y formar opinión. Su misión no es solamente presentar una visión objetiva y no sesgada de la realidad.
  • Algunos investigadores han afirmado que los medios cumplen una función de “control social” donde la prensa dirige el pensamiento del público.
  • A lo largo del tiempo, se han propuesto varios modelos, para explicar la función de control social de los medios.
  • Los medios tienen filtros a la hora de incluir noticias en sus agendas y no recogen todo lo que pasa, en base a determinados intereses.
  • En el caso particular de los conflictos sociopolíticos, los medios tienden a no incluirlos en sus agendas, y cuando lo hacen, suele ser porque se han producido altercados o hechos violentos.
  • El tratamiento de los medios de los conflictos no es neutro. Tienen a enmarcar los acontecimientos y a reducir la complejidad de los conflictos y sus actores.
  • Entman define 5 marcos principales que los periodistas usan para enmarcar los conflictos sociopolíticos.
  • El tratamiento de los conflictos suele depender de factores, como el tamaño del medio, la distancia a la noticia o el tipo de conflicto. Tales factores introducen matices y variaciones en las noticias que suscitan.
  • Los medios compiten por imponer un marco de interpretación de las noticias sobre conflictos.
  • Los medios pueden llegar a convertirse en actores de los conflictos influyendo en el devenir de estos.

8.- Bibliografía

Bretones, M.T. (1997): “Funciones y efectos de los medios de comunicación: Los modelos de análisis” en “La comunicación política mediática y sus dimensiones sociales”. Tesis Doctoral. Universidad de Barcelona.

Chomsky, N y Herman, S. E (1988): “Los guardianes de la libertad” original en inglés “Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media“. Barcelona, Crítica.

Chomsky, N. y Ramonet, I. (1996): “Cómo nos venden la moto”. Barcelona, Icaria.

De Echave (2009): “Minería y conflicto social”. IEP, CIPCA, CBC CIES. Lima.

Entman, R. (1993): “Framing: Toward Clarification of a Fractured Paradigm”. Journal of Communication N° 43 (4). Autumm. Pp. 52.

Entman, R. M. (2004): “Projections of Power: Framing News, Public Opinion, and U.S. Foreign Policy”. Chicago: University Of Chicago Press.