Tal día como hoy en 2002… Un humilde inventor brasileño revoluciona el mundo con una idea.

Alfredo Moser
Afredo Moser, nacido en Uberaba (Minas Gerais) inventa la bombilla más barata del mundo. Consiste en una botella clavada en el techo con agua a la que el inventor recomienda echar un poco de blanqueador para que se mantenga clara.

Para un mejor uso, la botella se coloca de modo que quede la mitad en el exterior, de modo que cuando la luz del sol cae sobre la botella, el agua refleja la luz proporcionando una iluminación equivalente a una bombilla de hasta 60W.

Pese a que miles de personas de todo el mundo sacan partido de su invento, Alfredo no se esta haciendo de oro porque piensa que la luz debería ser gratuita y tiene que llegar a todo el mundo.

“Hubo un hombre que empezó a utilizar las botellas en su hogar y, en un mes, ahorró suficiente para pagar por las cosas básicas que necesitaba para su hijo, quien estaba a punto de nacer. ¿Puede creerlo?”, ha declarado Moser.

Y es que Moser nos ha dado una lección a todos, lo de patentar las cosas para hacerte rico y que mucha gente no pueda llegar a lo que realmente necesita, es un invento del mal.

 
Para saber más…
Le dio luz a quienes no la tenían y sigue pobre pero orgulloso