Tal día como hoy, en 1842, en China se firma el Tratado de Nanking, poniendo punto final a la Guerra del Opio entre Gran Bretaña y China que comenzó 3 años antes. Este tratado fue el primero de una serie de tratados durante el Siglo XIX entre China y las naciones europeas a los que se conoce como «Tratados Desiguales».

Tratado de Nankin

El gobierno de Qing quedó obligado a pagar a los británicos 6 millones de dólares de plata por el opio que había sido confiscado por Lin Zexu en 1839 (Artículo IV) más 3 millones de dólares en compensación de las deudas que los comerciantes de Hong en Cantón debían a los británicos (Artículo V) y otros 12 millones como compensación por los costes de la guerra (VI). En total, 21 millones de dólares debían ser pagados en un plazo de tres años con un interés anual del cinco por ciento en las cuotas que no fueran entregadas a su debido tiempo (Artículo VII).

El gobierno de Qing debía, asimismo, liberar a todos los prisioneros de guerra británicos (artículo VIII) y conceder la amnistía a todos los súbditos chinos que hubieran colaborado con los británicos durante la guerra (Artículo IX).

Los británicos, por su parte, hicieron retroceder a sus tropas de Nankín y el Gran canal después de que el emperador diera su consentimiento al tratado y los primeros plazos de las compensaciones fueran pagados (Artículo XII). La tropas británicas permanecieron en Gulangyu y en Zhoushan hasta que el gobierno de Qing pagó en su totalidad el precio acordado (Artículo XII).

El gobierno Qing accedió a ceder la isla de Hong Kong a perpetuidad para proveer de un puerto próximo al comercio marítimo británico (Artículo III). Henry Pottinger sería el primer gobernador de Hong Kong.

El enclave británico comprendía, además del territorio insular, una importante franja costera que fue cedida en diferentes tratados, siendo el más paradigmático el celebrado en Pekín en 1898 y que dispuso un “préstamo” de la región, por 99 años a la Corona Británica.

El tratado, firmado por gobiernos chinos débiles y corrompidos por occidente, fue visto por muchos contemporáneos como una expresión más del cínico sentido del humor británico. Era impensable y casi innecesaria la firma de un convenio entre partes tan asimétricas en aquel momento y la única función que cumplió, fue dar un viso de legalidad a la usurpación británica frente a otras potencias occidentales.

Para saber más…

El Tratado de Nanking