Tal día como hoy en 1614, fallece la noble y aristócrata hungara, Erzsébet (Isabel) Báthory. Tiene el record Guíness de la mujer que más ha asesinado en la historia de la humanidad con 630 muertes. Nunca mostró arrepentimiento ni llegó a entender por qué la condenaron.

ErzsébetBáthory

Cuenta la leyenda que, una de sus sirvientas adolescentes le dio un involuntario tirón de pelos mientras la estaba peinando. La condesa reaccionó reventándole la nariz de un fuerte bofetón y cuando la sangre salpicó la piel de Erzsébet, a ésta le pareció que allá donde había caído desaparecían las arrugas y su piel recuperaba la lozanía juvenil.

La condesa, fascinada, pensó que había encontrado la solución a la vejez, y que siempre podría conservarse bella y joven. Así que de dedicó a ello: Entre 1604 y 1610, los agentes de Erzsébet se dedicaron a proveerla de jóvenes entre 9 y 26 años para sus rituales sangrientos. En 1609 Erzsébet, por la falta de sirvientas en la zona como consecuencia de tantos crímenes, empezó a tomar niñas de las aristocracia menor… hasta entonces todo había ido bien pero las muertes de los nobles eran otra cosa. Al final todo se fue sabiendo y la encarcelaron.

En el juicio, Isabel se negó a declarar, acogiéndose a sus privilegios nobiliarios. Condenada a cadena perpetua, tapiaron su habitación y allí vivió emparedada durante casi cuatro años, medio muerta de hambre y de frío, alimentándose de la escasa comida que le hacían llegar por una ínfima ventanita. Nunca mostró arrepentimiento ni llegó a entender por qué la condenaron. Murió el 21 de agosto de 1614, al anochecer, «abandonada de todos», según un cronista de la época.

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